
Matronatación
En el embarazo, la actividad física es fundamental y muy beneficiosa. Primero, porque así se queman más calorías, lo que ayuda a evitar el sobrepeso. Además, el deporte o la gimnasia ayudan a tolerar el embarazo, a estar mejor acondicionada para el momento de parto y a tener una mejor recuperación después del alumbramiento.
La actividad física debe estar bien orientada y controlada para que la mujer se sienta mejor física y psicológicamente.
Se recomienda iniciar el ejercicio después de los tres meses de embarazo, evitando así hacerlo en el periodo de mayor riesgo de pérdida.
“En condiciones normales, el ejercicio es bueno para cualquier mujer embarazada. Incluso en este periodo el movimiento resulta más necesario que nunca, ya que ayuda a eliminar los excesos de agua y prepara el sistema muscular, facilitando el trabajo del parto y el partomismo”, explica el doctor Eduardo García del Real, jefe del Departamento de Ginecología de la clínica de la Zarzuela, de Madrid.